miércoles, 2 de noviembre de 2016

Cuando la ACTITUD cuenta

Cuando la ACTITUD cuenta

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 Actitud

Del lat. *actitūdo.

1.- f. Postura del cuerpo especialmente cuando expresa un estado de ánimo. Las actitudes de un orador. La actitud agresiva del perro.

2.- Disposición de ánimo manifestada de algún modo. Actitud benévola, pacífica, amenazadora, de una persona, de un partido, de un gobierno.


          Yo no llegue a ser Gerente por suerte, de hecho no creo en la suerte, eso da mala suerte, no llegué por mis capacidades, porque estas salieron a relucir después de mi entrevista y ocupar un cargo para desarrollar una tarea, llegué por mi actitud.
Comencé como Oficial de Seguridad (Security) en un Mall muy importante en Venezuela, el Centro Sambil donde fui escalando posiciones en menos de un año (lo que no diré es como llegué a ser oficial de seguridad) Cierto día estaba en mi puesto de guardia cuando escucho por el radio de comunicaciones que piden ayuda para una persona que parecía estar inconsciente en el cine y atiendo la llamada manifestando que estaba en capacidad de atender, cuando un supervisor dijo que me prohibía abandonar mi puesto, pero, tenía muchos problemas con ese supervisor que siempre trataba de acosarme laboralmente (bullying), lo que nunca logro pues lo enfrentaba directamente.
Deje mi puesto y me fui al lugar del incidente y tras una evaluación pude comprobar que estaba ante una asfixia por obstrucción de la vía respiratoria por lo cual me dispuse a realizar maniobras de Heimlich y reanimación las cuales dieron resultados inmediatos; mientras atendía, varias personas trataban de decirme que hacer en especial un hombre de acento inglés, caucásico y de pelo canoso largo al cual le dije con tono firme que si quería ayudar alejara a las personas para ventilar el espacio a lo cual este accedió.
Luego de recuperar a la chica, el hombre me pregunta con ese “espanglish” del hablar inglés tratando de hablar español pregunta mi nombre y yo medio molesto le digo fuerte “Miguel… Miguel Urbina”, al cabo de un rato aparece el supervisor que mencioné anteriormente y me dice “estas fuera, despedido… el nuevo Gerente General quiere hablar contigo, abandonaste el puesto sin mi permiso”; ni siquiera me inmuté, menos lo vi, solo puse mis pies marcha avante hacia la Gerencia General, cuando mi sorpresa es que el inglés era el Gerente y ¡ooooooh Gran Creador! – Bueno, a lo hecho, pecho – me pare derechito, subí la frente y mire a la cara como un buen militar lo haría (dije en otro artículo que soy Sargento de Marina).
Luego de los saludos y apretones de mano me invitó a sentar, tenía el rostro impávido pero con una mirada de curiosidad y preguntó “Senior Miguel, ¿por qué usted hizo ese allá abajo?”, le respondí que tenía atenderla, era una persona, alguien que tenía su vida en peligro además yo tenía entrenamiento en soporte de vidas y era instructor en el áreas de atención de desastres y de allí comenzamos una larga conversación.
El hablo sobre la necesidad de tener Seguridad Industrial dentro del Centro Comercial, propuesta que me pareció interesante, pues además no existía en ninguna otra parte, así que tendría la oportunidad de impulsar algo nuevo y esas cosas me llaman mucho la atención, aceleran mi espíritu. Me preguntó que si estaba dispuesto a trabajar esa área y como buen cumanés (es mi ascendencia familiar de la cual me siento muy orgulloso) y con mucha seguridad dije que sí.
El inglés hizo varias preguntas, estaba muy bien informado, mostraba una conducta muy refinada y educado, guardo silencio unos segundos mientras me miraba fijo y preguntó “¿Qué garantía tengo de que ese va a funcionar?” Pensé un momento y le pedí una hoja en blanco de su impresora personal, pedí un bolígrafo y escribí sobre el papel para luego devolverle ambos. Miró por un segundo algo incrédulo y pregunto qué era eso por lo que le explique que era mi firma, estaba colocada en el último tercio de la página, justo en el centro y le dije “no existe una garantía, no es un artículo que pueda cambiar por otro del mismo modelo y marca así que es mi renuncia, mi firma es mi palabra, si no está satisfecho solo escriba que renuncio al trabajo de forma inmediata e irrevocable y me iré; esa es mi garantía”, creo que el hombre no sabía qué hacer, pero rápidamente me dijo que si no funcionaba regresaría a mi puesto original para no perder mi trabajo.
Le dije que no aceptaría, solo dije con voz calma “mire usted, suelo caminar hacia adelante, nunca camino hacia atrás, si no sirvo para esto quiero salir de aquí con honor, no iré para atrás”; el inglés parecía atónito y luego se levantó de la silla y me extendió la mano para decirme que el cargo era mío.
El resto de la historia es que tengo muchos años en esta empresa, me he profesionalizado, doy clases en un instituto universitario como profesor de seguridad industrial, leí y estudié día y noche cuando nadie creía en mi, solo unos pocos me apoyaban, pero los que no, terminaron por apoyarme.
El inglés, hoy en día es un gran amigo, se trata del Ingeniero Stephen Bernard Lambert quien diseño una nueva visión sobre los centros comerciales y de quien aprendí mucho sobre todo en el aspecto humano. Él no se impresionó de mi Curriculum fue la energía, la seguridad y la decisión, todo ello es ACTITUD.
 Si claro, supongo que querrán saber qué pasó con el supervisor; cuando salí y lo vi creo que su universo explotó, se desintegró, ¿por qué? bueno el pregunto que había pasado y yo le dije serio pero con actitud de flojera - nada, que a partir de mañana seré tu nuevo jefe - pero a la larga pues nada, nunca tome revancha, me parece algo impropio y exclusivo de seres innobles, mundanos e inseguros; él se fue por otra propuesta a trabajar a otro lugar. De hecho le agradezco que me haya retado a no dejar mi puesto, porque eso me inspiró a salir de allí, donde ya estaba incomodo y me impulsó a dar otro paso que mejoró mi vida, el resto, es historia.
Por último les diré esto, que por supuesto no es la fórmula infalible para una actitud positiva pues no soy dueño de la verdad, pero si ayuda:
1.       No te quedes en el problema, piensa en las soluciones.
2.       Olvida lo de las críticas constructivas o destructivas, eso lo invento alguien que no quería herir a otro; crítica es crítica con o sin palabras bonitas, solo quédate con el fondo del asunto y mira cuanto de verdad hay.
3.       No es como lo dicen, es como lo asumes.
4.       El mejor triunvirato la mente, el cuerpo, el espíritu; trabaja los 3.
5.       Hasta de las malas se aprende y el aprendizaje es como una vela en la oscuridad, mientras más aprendes más se apartaran las tinieblas.
6.       Las actitudes positivas ayuda a enfrentar los miedos.
7.       Reconoce un paradigma y rómpelo.
8.       Si siempre lo haces igual obtendrás todo el tiempo el mismo resultado, por lo tanto cambia el método no el objetivo.
9.       Estamos rodeados de negativos: “¿Para qué harás eso?”; “Deja de inventar, siempre se ha hecho así”; “Nadie lo ha hecho, ¿por qué tú?”, no te dejes contaminar, al final seguro que todos sabían que lo harías.
10.   Mira el reto de frente y avanza, si algo sale mal, solo limpia tus rodillas y sigue; la satisfacción de la recompensa es indescripctible.

"Todas las experiencias, sean buenas o no lo sean tanto, nos dan aprendizaje y colaboran a forjar nuestra ACTITUD frente la vida...Aquello que experimentamos, nos permite ir siendo personas en constante cambio y crecimiento.... No seríamos lo que somos sin nuestro pasado (nuestras experiencias), que nos posibilita aprender, para vivir más plenamente nuestro presente." ZGF
Por eso como dijo Alejandro Jodorowsky..

"No cuentes el tiempo...sino tus transformaciones"


Miguel A. Urbina R.
Gerente Corporativo de Seguridad y Salud Laboral|uConstructora Sambil.
Final Avenida Libertador, Centro Sambil, Nivel Feria, Edificio Administrativo Sur, Caracas, Venezuela. 1060
( +58.424.5473554
* miguel.urbina.segindustrial@gmail.com

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