En Diciembre
de 2014, fui a dictar una charla en una empresa de distribución de equipos
médicos ubicada en Caracas; al llegar note muchas caras largas y otras
malhumoradas por lo que le pregunte a Yesenia la Gerente de Procesos el por qué
de la actitud de las personas porque se notaba un ambiente muy tenso y la
respuesta fue – bueno, ya conocerás al Waco – el Supervisor de Personal.
Por supuesto
no pudimos comenzar a tiempo porque debía esperar a Waco, era el encargado de
la bienvenida, además que me interrogó sobre la agenda del día y el tema a
tratar en el taller y trato de indicarme que puntos el estaba convencido no
debía tocar con su personal por considerarlo “delicado”
Pero ¿Qué hace
a Waco tan especial? Y es que su relación con sus colaboradores es más bien
amarga y apática por su mal trato continuo, su prepotencia y gran ego que a
todos molesta dentro de su organización.
El lema
general de sus colaboradores o iguales es que si no te sometes al yugo de Waco
tendrás que irte, lo cual pude constatar en 3 días de visita en la empresa en donde
éste personaje trato de asediarme cuando alguien se me acercaba para preguntar cualquier
cosa o realizar algún comentario; Waco quería saber que preguntaban o que
dijeron por lo que le explique que todo era un secreto de confesión.
El caso es que
Waco es un líder con rasgos “egocéntricos” lo que representa un elemento de estrés
psicológico para la empresa por el tipo de trato que dispensa a los demás así
como en su diario comportamiento por lo que empecé a buscar más información y
los trabajadores no escatimaron en brindarme muchos detalles, y es que la lista
de los supuestos atropellos cometidos era para sentarse un buen rato, los supuestos
atropellos que acusaban los trabajadores iban desde quitarle una ruta a un
vendedor que no le gustaba su comportamiento sospechoso para reasignarla a gente
de su confianza, pero, ¿qué molestaba a Waco de estos vendedores? La razón era
que a diferencia de los vendedores del grupo de Waco, estos planificaban su
ruta desde el negocio más distante hasta el más cercano a la empresa y de ésta
manera podían entregar los pedidos al departamento de ventas y les quedaba
tiempo de sobra, mientras que el otro grupo complacían a Waco en las
direcciones de los clientes que él prefería fuesen primero y cuales lo últimos,
lo que los obligaba a ir de extremo a extremo de la ciudad lo que demandaba
tanto tiempo en tránsito que salían tarde de la empresa haciendo órdenes de
despacho para el departamento de ventas.
Estos líderes
como Waco, más que generar confianza en la empresa, la destruyen porque el
trabajador entiende que éste es el reflejo del supervisor por lo tanto se dará
algunos de estos signos y síntomas.
- Desconfianza en el supervisor y entre miembros del equipo.
- La sensación de trato injusto es generalizada.
- Sentimientos de frustración en la mayoría de los miembros del grupo de trabajo.
- Sinergia inexistente.
Mientras tanto, veamos como es el líder egocéntrico:
Los grupos de
trabajo que se encuentran bajo la supervisión de líderes egocéntricos deben ser
intervenidos por profesionales de la Psicología Industrial, pues comúnmente quedan
secuelas y resentimientos que requieren de atención especializada para
reencontrar su balance energético como equipo.
Muchas veces emprendedores
empresariales no perciben las bajas de personal que se producen porque el líder
egocéntrico cubre con maestría que tuvo que salir de tal o cual trabajador por
su trabajo mediocre, cuando en realidad es porque no fue complacido su ego o
porque percibía que el trabajador representaba una amenaza a su cargo. El
problema es que en la mayoría de los casos los líderes empresariales dan poca
importancia a las quejas contra un supervisor (Jefe de Área, Gerente,
Supervisor, Coordinador, Capataz, Maestro o cualquier título que otorgue
supervisión sobre otro).
En lo personal, cuando visito una empresa y
advierto situaciones que llaman la atención, suelo recomendar realizar una
evaluación o encuesta de clima organizacional para determinar que situaciones
subestándares se pudieran estar presentando ya que debemos recordar que de
acuerdo a lo previsto en el Artículo 56. Deberes de los empleadores y las
empleadoras numeral reza
textualmente “5. Abstenerse de realizar, por sí o por sus representantes, toda
conducta ofensiva, maliciosa, intimidatoria y de cualquier acto que perjudique
psicológica o moralmente a los trabajadores y trabajadoras, prevenir toda
situación de acoso por medio de la degradación de las condiciones y ambiente de
trabajo, violencia física o psicológica, aislamiento o por no proveer una ocupación
razonable al trabajador o la trabajadora de acuerdo a sus capacidades y
antecedentes y evitar la aplicación de sanciones no claramente justificadas o
desproporcionadas y una sistemática e injustificada crítica contra el
trabajador o la trabajadora, o su labor.”
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