miércoles, 1 de julio de 2015



“¿Por qué no preguntar por qué?
Como muchos, he tenido una vida bastante movida, fui militar tripulante de submarinos, bueno está bien, sigo siendo militar (a decir de algunos);  Luego rescatista como Jefe de Planificación para la Atención en Casos de Desastres, salario del cual viví muchos años y luego de ser promovido algunas veces ahora soy Gerente de una gran empresa y durante todos esos años pregunté a mis colaboradores, “¿fulano por qué no hiciste esto o aquello?”, “¿fulana por qué no hiciste esto o aquello?” y siempre tuve las mejores excusas; algunas no tan inteligentes pero siempre una excusa.

Discutía por las excusas y en contra de ellas sin entender que todos estamos programados para generar una excusa y esa programación se inicia desde pequeños; la madre que se levantó tarde y no lleva al niño al colegio y le dice “si tu maestra pregunta dile que yo estaba enferma” o “fuimos donde tu abuelita que tuvo un percance” o esta otra que me contó mi hija sobre mi nieto Owen; y es que en Maracay vieron que llegaron un grupo de personas ligadas a un grupo religioso que tocaron la puerta para “llevar la palabra de Dios”, pero le dijeron al niño que dijera que todos estaban dormidos, cuando le preguntaron que si era el único despierto respondió con gran autosuficiencia, “no, todos están allí despiertos pero están dormidos”

Y es que este proceso nunca se detiene, por el contrario, como la mejor versión del 2.0 esta pareciera tener un link que dice “ACTUALIZAR” que se encuentra disponible en cualquier lugar cuando aceptamos el hecho de que el hombre es un ser en evolución y desarrollo constante para adaptarse al medio también debemos aceptar que su mente es la que evoluciona antes que su cuerpo y es que su repuesta ante los estímulos externos engrana con sus rasgos primarios encontrados en su procesador interno compuesto por sus 3 cerebros (reptílico, límbico y neocórtex).
Es común que cada vez que usted reúne su equipo para hacerle seguimiento a una operación sabe que se enfrentará a una excusa, sí, usted lo sabe y también está seguro que debe contar con retrasos, resistencias al cambio y otras respuestas que no satisfacen su inquietud, de hecho les ha tocado practicar meditación, de la que Deepak Chopra y el mismísimo Dalai Lama quedarían en pañales para armarse de paciencia y paz espiritual antes de mandarlos  a…..llá mismo a quienes le han dado una excusa.

Recuerde que las excusas no son argumentos para exponer cuando se ha dejado de hacer una tarea y esto es que si bien es cierto que debemos aceptar el hecho de que existen elementos que tienden a retrasar el progresivo desenvolvimiento de las cosas, la excusas son solo maneras de evadir nuestras responsabilidades, y que como líderes gerenciales debe estar dentro de nuestras capacidades poder diferenciar un contratiempo de una excusa.

7 Pasos contra las EXCUSAS:

1.       Cuando inicie un proyecto, trace metas realizables, medibles y cuantificables.
2.       Sea un elemento motivador positivo, perseverante y constante, conviértase en un ejemplo dentro de su grupo, abata el pesimismo y las palabras reprochantes, enseñe a sus colaboradores que aunque existan retrasos se deben evaluar que tanto se puede seguir avanzando o que otras opciones existen.
3.       Si bien hay que dar para recibir entonces sea honesto con su equipo de trabajo y reconozca a quienes le dan honestidad de regreso, eso enseñará buenos ejemplos al grupo.
4.       En cada fase de la operación, planifique y evalúe con su equipo, esto fortalece las relaciones interpersonales, mejora la comunicación y refuerza el espíritu de equipo.
5.       Establezca plazos, topes o prioridades en el tiempo-espacio para el corto, mediano y largo plazo.
6.       Permita que las ideas del equipo fluyan en pos del proyecto, escuche a quien llega con una idea y si la pone en práctica reconózcale su participación positiva.

7.       Cuando se den instrucciones no utilice frases de acciones ocultas como interpretar, entender, criticar, concluir; tampoco proponga acciones no específicas como administrar, explicar, determinar; y menos proposiciones abstractas como mostrar interés, mostrarse consiente.  Use verbos de acciones observables como ajustar, descomponer, compilar, mezclar, medir, arrancar, mover, hacer un esquema, entre otros.

Por último le digo que cuando usted pregunta ¿por qué...?, estimula al otro a responder con un porque... que es el engranaje mágico de la excusa perfecta.



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