jueves, 14 de mayo de 2015

El YO Soberbio

El YO Soberbio

Hace unas semanas fui a realizar una visita a una empresa para conocer su clima y ayudar a dirigir un ejercicio simulacro, aquí es donde conocí a “Frida”, como la llamaré en lo adelante y quien trabajaba como Jefe de Administración y se encontraba en la “Brigada de Desalojos” de la Dirección de Administración y Presupuestos de la empresa que visitaba.
Asistí a la última reunión de coordinación y acto seguido el Jefe de Seguridad Industrial en compañía del Jefe de Servicios Administrativos dieron las últimas indicaciones siendo la última la siguiente: “El Comandante del Desalojo será el señor Pérez José, Asistente Administrativo”. Inmediatamente hubo un silencio grande y pesado cuando la voz regia de “Frida” vibró para decir.

-          No, olvídalo, no trabajaré bajo las ordenes de ese tipo; eso no existe, ni será – por supuesto que tampoco participaré del desalojo; tengo muchas cosas por hacer.

El resto de la reunión pasó sin pena ni gloria, pero al salir, fui invitado a una reunión con la Gerencia cuya entrada transcurrió en estos términos conmigo: G- “Miguel, ¿cuál es tu opinión? M – Deben reunirse con ella y hacerla entender que no es un favor, que es una obligación que inclusive exige la LOPCyMAT y su Reglamento cuando establece que “todo trabajador deberá acatar las órdenes e instrucciones que se le impartan en materia de seguridad y salud laboral (Art. 54, núm. 7 y 15).
Al día siguiente fui informado sobre los resultados de una reunión que se sostuvo con Frida para hacerla entrar en razón, pero esta alego que no trabajaría “jamás bajo la dirección de ningún subalterno por considerarlo ofensivo”, puesto que “ella era demasiado profesional para llegar a esa posición de obedecerle a alguien que está más bajo que ella”.

La actitud soberbia y prepotente no dejo a Frida entender que aunque su “profesionalismo” no estaba siendo evaluado, el de José Pérez sí, porque éste había estado en proceso de entrenamiento para estos casos y es que cuando ocurra un accidente de fin de semana, lo seguro es que Frida no estaría en las instalaciones, pero José si, al igual que otros trabajadores que se estaban preparando para asumir posiciones ante una situación calamitosa.

La posición de Frida llegó al límite al despotricar no solo del señor José sino de cualquiera que “en el orden jerárquico” se encuentre por debajo de ella, terminando así su relación laboral que la empresa no titubeo ni un segundo en dar por terminado.

¿El por qué?


Para los Gerentes de Operaciones, Gerentes Generales, Gerentes o Jefes de Seguridad y Salud Laboral y Gerentes o Jefes de Recursos Humanos, es importante conocer a la persona y no al número de cédula que se refleja en la nómina para conocer sus fortalezas y debilidades y así tomar de manera temprana las acciones necesarios tendentes a corregir cualquier tipo de conductas que puedan considerarse subestándares o anómalas o que puedan ser perjudiciales en algún momento.

Los seres humanos somos entes energéticos y mentales, eso significa en primer término que estamos vivos visto desde el punto biológico y también de que estamos llenos de cargas positivas o negativas que dibujan nuestra actitud ante la vida, ante el sistema, ante la familia, ante la sociedad o ante cualquier ser extraterrenal hacedor de la creación universal y nuestra mente que es el principio de todo, si aceptamos como válido que antes de ser verbo el verbo estuvo en la mente y que antes de desarrollar cualquier creación, ésta estuvo primero en la mente y luego la materializamos, y es que la mente está llena y curtida de pensamientos e ideas, de valores y principios, de creencias particulares y personales y de una historia personal que dibuja en cada uno de nosotros “la realidad”, por dos cosas,  siendo la primera porque la realidad tiene en si misma distintas ópticas de acuerdo al ojo que la mire y porque creo en mi realidad a partir de lo que creo.
               
 La soberbia de Frida no la dejó pensar, ya que nunca se pensó en desmejorarla de cargo y por supuesto mucho menos humillarla, sino más bien en una postura racional en donde si como padres responsables entrenamos a todo nuestro personal sobre conductas asertivas ante situaciones calamitosas se daría cuenta que si ella estaba sola en la empresa y de ocurrir un siniestro en donde está al frente resolviendo el señor José sería su apoyo para sacar a sus compañeros de manera segura de la empresa entonces vería la ganancia neta que eso representa para todos.

Por lo tanto hay muchas cosas por hacer, pero las inmediatas son:

  1. Cada líder debe ser un facilitador o instructor.
  2. Se debe enseñar valores de cómo trabajar en equipo y la importancia de cada miembro en él.
  3. Tome acciones inmediatas al vislumbrar conductas personalistas o que tienden a seccionar el equipo.
  4. Recuerde que las actitudes reconocidas en las personas soberbias en su ciclo:

Recuerde que todos somos elementos de influencia y cambio por lo que es nuestra responsabilidad obrar en positivo.



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