viernes, 7 de diciembre de 2018

Adornando la Realidad de la Muerte


Adornando la Realidad de la Muerte


El hombre busca repetidamente de adornar su entorno tal vez como aliciente, no lo sé, desdibujando o enmascarando hechos que no requieren de mayor nivel de etiqueta o elegancia como por ejemplo la muerte. Hace poco menos de una semana, me llamaron para que evaluara unas notificaciones de riesgos, querían saber si la podían entregar a sus trabajadores; mientras leía pude darme cuenta que conceptos  como “fatalidad” o "fatal"se asomaban una y otra vez haciéndome pícaros guiños.


Esto me llevó a realizar algunas reflexiones críticas sobre el tema así que comenzaré dándole entrada a ese término “fatalidad” y es que como adjetivo, proviene del latín fatalis (relativo al destino, fatídico, mortal) y a su vez procede de Factum que se traduce como “hado o destino” y aunque señala un evento marcado como desgraciado, no significa que en ello “azar” intervino.



¿La muerte es una fatalidad? Particularmente creo que no; la muerte es un hecho natural que la mente humana constantemente rechaza como si no ocurrirá nunca o solo le entraña a “otros” fuera de “nosotros”. Lo que marca la muerte como una fatalidad es la vía o el modo en que ocurre y no el hecho per se, por lo que se marca como un acto sufrido (fatalidad).

Ahora bien, ciertamente dudo que alguna empresa vea con desdén e indiferencia la muerte de algún trabajador durante su jornada laboral porque marca sensiblemente el entorno afectando no solo la psique de los trabajadores testigos y todo el tren humano cercano, sino que además afecta la producción y genera pérdidas humanas, materiales y económicas.

De donde nació el escrito cabe preguntar ¿podemos cambiar los términos “muerte” por “fatalidad”?, mi respuesta es no, y es que fatalidad determina la ocurrencia de un hecho abstracto, indefinido e inexplicable en la mayoría de las veces en donde los hechos le son atribuibles solo a fuerzas divinas, por lo tanto la fatalidad puede ser cualquier cosa.

La muerte ocurrida por la vía de accidentes de trabajo es el resultante de una cadena de errores medibles y comprobables en casi todos los casos evaluados existiendo un número ínfimo donde la explicación no cabe o no tiene respuestas, como por ejemplo, el trabajador que estando en su lugar de trabajo le cae un avión que le provoca la muerte; si piensa que el accidente del avión es falso, se equivoca, ocurrió.

Aparte de todo ello, el deceso, la muerte, el fallecimiento son términos completamente legales, aplicables y aceptados por lo que no adorne o desdibuje lo existente.

“La muerte sólo tiene importancia en la medida que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida.” (André Malraux)

Miguel A. Urbina R. .·.
Gerente Corporativo de Seguridad y Salud Laboral
Constructora Sambil

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